¿Aprendemos más respuestas que preguntas?...

¿Es posible crear en un mundo donde pareciera que ya todo está creado? ¿Crean únicamente los creadores?

¿Es la creatividad un acto reservado para los "artistas iluminados"? o ¿Es posible crear en nuestra vida cotidiana? En fin ¿De qué creatividad se trata si no le sumamos la pregunta?

Un niño en la repetición de su juego encuentra espontáneamente una manera de elaborar y transformar la realidad.

El contenido de la pregunta permite en la acción de jugar re crear activamente la realidad que había padecido pasivamente. De la pasividad a la actividad transformadora, de apropiación de otro espacio y de otro tiempo por la vía del juego-jugar. Subrayemos que no se trata de reducir al juego a la acción concreta de jugar ; lo que define su importancia es su dimensión simbólica. Mediante re creamos los distintos objetos de la realidad dándole nuevos sentidos.

El padre de la psicología Sigmund Freud afirmaba que un sujeto accede a la salud cuando no niega la realidad y a su vez la transforma, la cuestiona. Se preguntaba por ella.

Por lo tanto, vemos que lo creativo en sí supone interrelaciones, verdadero compromiso con otros, preguntar, preguntarse, permitirse dudar frente a lo establecido, indagar más allá de lo obvio, superar las resistencias que todos tenemos a lo nuevo y a lo distinto.

Entonces es difícil no quedar expuesto a verdaderas conspiraciones contra el cambio, dado que éste cuestiona, si se propone desde él alguna alternativa, a todo lo que se tiene como 'normal' en el sistema de normas, valores y creencias legitimadas.

Enrique Pichon Riviere afirma que el creador es un verdadero agente de cambio, es un portavoz de lo que aún se encuentra oculto para otros y que su acción creadora sintetiza aquello que con anterioridad estaba disociado, fragmentado. La pregunta nos sostiene en nuestra búsqueda cotidiana, esboza nuevos sentidos, recorta espacios donde inscribirse, ocuparse, espacios y tiempos donde ser.