¿Admisión de la ignorancia?
Este tipo de respuestas a una pregunta se puede dar con o sin refuerzo. Refuerzo, probablemente el tipo más habitual de contestación que se le da, consiste en decir que uno no lo sabe, o en proporcionar una respuesta directa basada en lo que uno sabe.
De este modo, uno tiene la oportunidad de entender que sus intermediarios no lo saben todo y se les da la opción de aprender algo nuevo. Este tipo de respuestas resultan muy razonables en determinadas situaciones. Además, contestar como si supiéramos la respuesta cuando no la sabemos no se corresponde, resulta sencillamente absurdo puesto que proporciona una información errónea y la enseñanza a aparentar conocimientos que en realidad no tiene.
La única diferencia entre la versión reforzada o no reforzada radica en que en este último caso el intermediario antecede a la respuesta una afirmación de refuerzo del tipo “Esa es una buena pregunta” o “Me alegro de que me lo preguntes”. Este tipo de respuesta recompensa la acción de preguntar y a su vez, probablemente, aumente también su frecuencia, fomentando con ello ulteriores posibilidades de que uno pueda tener respuestas.